Soy una persona apasionadamente detallista, alguien que encuentra en los pequeños matices la verdadera esencia de cada momento, valorando cada instante con una intensidad que pocos pueden notar a simple vista.

La naturaleza es mi refugio constante y mi fuente inagotable de inspiración; su calma serena me contagia una paz profunda y renovadora que cultivo y agradezco día a día con dedicación. Amo las fotografías realistas, esas que logran mostrar el mundo tal y como lo perciben mis ojos, sin artificios, adornos ni filtros que distorsionen la verdad.

Para mí, cada imagen debe ser un reflejo honesto, puro y genuino de la realidad, capturando la belleza auténtica que a menudo pasa inadvertida para otros, revelando así secretos invisibles al ojo común.